Contador Gratis mibuenrollo: 05_06

17.5.06

Top 5 cosas que en los 80 pensé que estaría haciendo en el 2006

Top 5 cosas que en los 80 pensé que estaría haciendo en el 2006

1.- vacaciones en la luna
2.- tener una sirvienta robot
3.- comer una comida completa en una pastilla
4.- vestir un traje plateado con botas de propulsión
5.- gastar mis millones de dólares con mis millones de amigos

12.5.06

Operación Contrapeso

Ayer me tome un café con mi amiga R. en el gym. Cuando ya casi nos íbamos, después de habernos comidos unos brownies que sabían a gloría, no se me ocurrió nada mejor que pesarme. Yo siempre realizo esta acción en la misma báscula del vestidor del gym, en calzoncillos y en ayuna. Bueno, ayer lo hice después del café, los brownies y con ropa, y los ojos se me salieron de las órbitas cuando vi. el peso que indicaba la báscula: No podía ser, rebasé las 200 lbs. Un temblor fino recorrió todo mi cuerpo y un sudor frió me humedeció la piel. Corrí al espejo, mientras se asomaba el dolor de abdomen que me acompaña cuando estoy en frente de una situación angustiante. Mi cara palideció y salí echando pestes del vestidor, con las explicaciones de R. después de comentarle lo sucedido, diciendo irracionalmente: "es que tuviste un mes sin venir al gym, ".

Hacía por lo menos 7 años que no pesaba eso. Mi media está en 185 lbs y cuando supero esta barrera me pongo a temblar como un niño. La sombra de la gordura vuela por mi cabeza desde pequeño. En mi familia abunda la obesidad mórbida y cuando llegue a pesar 60 lbs. mas de las que tengo ahora tuve que acudir a un médico y hacer lo impensable para rebajarlas.

Así que ayer mismo comencé la Operación Contrapeso que consiste en eliminar los hidratos de carbono lo máximo posible, cenar muy poco y lanzarme al gimnasio de cabeza a hacer cycling, elíptica, yoga, pylates, caminadora y todo el ejercicio aeróbico que pueda.

Como dijo una vez mi hermana C., "en mi familia somos de piel blanda, abdomen prominente". Qué gran frase y qué gran verdad, contra la genética no se puede luchar pero contra esa grasa que cada vez se acumula en sitios más raros sí. No es que quiera el cuerpo de Brad Pitt sino que la ropa me caiga como Dios manda sin que la barriga sobresalga del resto de mi cuerpo.

Yo me pregunto ¿con el cuerpo se nace o se hace? ¿será por frases como éstas por las que sentimos esa presión ante la báscula? o ¿todo depende de la seguridad que uno tenga en sí mismo?. Sea como sea, yo por si acaso seguiré con mi dieta de hojas y tuna, que para presumir hay que sufrir.

10.5.06

Me duele el alma....

Quizás no me equivoque. Tanto yo como tu hemos no hemos tenido que trabajar en nuestra infancia. Gracias a un estudio en mi país (República Dominicana) sobre el trabajo infantil tenemos una somera inspección de las estadísticas de esta realidad.

No necesitamos hurgar demasiado para imaginarnos cómo viven miles de miles (¡ Sí, miles !) de niños desgraciados debido a varias razones: desnutridos deambulando por campos, abandonados por sus propios padres, sometidos a palizas de sus propias madres, víctimas de violaciones de familiares y extraños, arrojados a la mendicidad, y comprados para ser usados como mano de obra barata.

Me duele el alma entera de sólo imaginarme circunstancias como esas, de desconsuelo infantil, de lágrimas indefensas.

He sido un favorecido por la vida al nacer en una familia que me guareció, alimentó y amó. Con simplicidad me dediqué a jugar con baldes y rastrillos en la arena, a construir mundos con mi lego, a dibujar con mil colores y crayolas, a aprender qué había detrás de los mares, a comprender la historia de siglos pasados y de reinos futuros, a abrazar y ser abrazado por mis seres queridos. Nunca tuve que preocuparme cómo sobrevivir ni de si me alcanzaría las dos únicas monedas para poder comer. Nunca me preocupé de ahorrar para poder comprar mis útiles. Una vida bendecida. Todo se me fue dado con calidez y comodidad, con gratuidad y decencia.

Por eso mismo, me duele el alma. Que haya no unos cuantos, sino miles y miles de niños en situación de esclavitud, de peligro moral y mortal. Han perdido su candor. Les han arrancado la ilusión y la naturalidad de sentirse amados para vivir el futuro. Sólo siendo amado uno puede crecer. Sólo siendo nutrido puede uno luego, de adulto, nutrir a otros. Se crece en cuerpo, pero también en capacidad para amar.

Un país, no hablo de politca o gobierno solamente, sino de todo una sociedad que consienta desalmadamente un solo niño trabajando forzosamente, es un país mísero e inadmisible, perverso, malogrado y por lo tanto fallido. Aquí nos toca a todos los hombres, no sólo a los políticos o economistas, reemplazar las lógicas, redireccionar rumbos, conmover gentes y mentes, movilizar sentimientos y razonamientos. No voltear la mirada a esta crudeza escalofriante. No flotar por encima de esta realidad. No anestesiarnos. no convivir indiferentes sino, asumir nuestra responsabilidad y nuestra poca voluntad de cambiar.

Próximo niño que vea será para mirarlo y para abrazarlo, no para darle una limosna sin mirarlo siquiera. Prometo tener dos ojos bien abiertos y un corazón de par en par.

6.5.06

Amor Dificil..

¿Por qué es tan difícil encontrar el amor, a ver? Me lo he preguntado en muchas ocasiones, y cada vez tengo una respuesta distinta.

Hoy, por ejemplo, pienso que los humanos somos muy complicados. En cuanto los sentimientos entran en acción, nos puede pasar cualquier cosa (cosas buenas o malas, se entiende). Además, las dos personas implicadas tienen que estar al mismo nivel, tienen que tener el mismo grado de compromiso, las mismas inquietudes sentimentales, tiene que haber un cierto "feeling"...

Y luego está lo físico. Mucha gente dice que no le importa el físico de las personas, que le importa el interior. Eso como frase hecha, como teoría, está muy bien, pero en la práctica no es así, seamos realistas. Si una persona "no te entra por los ojos", no hay nada (o casi nada) que hacer. Ahora bien, de ahí a hacer del físico lo más importante de una relación hay un mundo. El físico debe ser un aspecto más, y punto. Hay que darle la importancia justa.

Pero parece que en los últimos tiempos (aunque lo mismo ha sido así siempre) se le da una excesiva cancha al aspecto de la persona. No hay más que ver en ciertas páginas de contactos algunos perfiles y descripciones para darse cuenta. Por no hablar de las fotos, en las que la gente muestra sin ningún pudor sus más preciadas dotes (como si fueran trofeos). Yo preferiría ver fotos del sentido del humor, de la sinceridad, de la inteligencia y de las actitudes ante la vida, pero me temo que todavía no se ha inventado una cámara así.

En fin, que por éstas y otras cosas es muy difícil encontrar el amor, pero no imposible.

1.5.06

Razón y Corazón

A pesar de la resistencia que la razón le impuso, hubo un buen día en el que el corazón le ganó el pulso y salió a flote. Y ese día empecé a tener sensaciones como las que nunca tuve antes…

Sensaciones enormes y penetrantes, tanto positivas como negativas. Era algo inexplicable por la razón que tenía hasta el momento, descargas de bienestar o negativismo movidas por aspectos inevitables e incontrolables… la razón ya no jugaba su papel tan pesadamente importante, ahora era ella quien había sido encarcelada. Y el corazón empezó a hacer de las suyas, consiguiendo que la vida girara entorno a él. Gracias a ello, llegaron el bienestar y el placer personal… pero también las desilusiones, el parcial abandono de las obligaciones impuestas por la razón con su incumplimiento pertinente y sentimientos de culpabilidad, el desengaño, la irresponsabilidad… Y mi vida empezó a desmoronarse lentamente. Y es que, de corazón, tampoco se vive… Es como una droga, engancha. Es mucho más excitante que una sosa razón que tan sólo te obliga a hacer lo que crees que tienes que hacer sin cuestionarse el porqué de las cosas, la razón por la que actuar de esa manera… y lo más importante, si lo que haces es lo debido; el corazón te aporta jovialidad, vitalidad, alegría… pero también inestabilidad, incomodidad, decepciones…

Entonces, después de lo vivido… ¿dónde estaba la respuesta? Faltaba algún ingrediente más (o mejor dicho, un “pequeño” gran matiz).Un buen día me pregunté… “¿Por qué no vives con el corazón, usando TU (y no la de los demás) razón como antes?” Y así lo probé. Recuperé mis aspectos razonables abandonados pero jamás renuncié al corazón sentimental que me hacía sentir realmente vivo. Por fin disfruté (y creo disfrutar) de las ventajas de ambos aspectos. ¡Hasta se puede disfrutar con la razón! (increíble descubrimiento…)

Sé que es algo muy básico, muchos hemos razonado bastante más allá de lo que estas 4 líneas han explicado… pero si nos paramos a pensar, ¿cuántas veces hemos actuado en desequilibrio? Pues la mayoría. Cuántas veces nos hemos cegado en un proyecto (llámese trabajo, estudio, inquietud…) sin mirar más allá de él realmente nos aportará, o nos hemos preocupado por algo de forma obsesiva sin mirar la magnitud real de dicha inquietud…

Otro ejemplo… ¿cómo se puede ser un buen profesional con razón, pero sin corazón? Por mucho que sepas sobre tus estudios y expriencias , si no eres consciente de la situación real y no sabes escuchar (dije escuchar, no oir), jamás se puede ser un buen profesional…

Además, cada día se ve más que la psicología dirigida a los cliente es una gran parte de tu profesion y en el buen uso de la misma reside la mayoría de los éxitos beneficiosos tu futuro profesional.

Yo cada día le pregunto a la feliz pareja que vive en mi interior, razón y corazón, sobre los actos que realizo para que me den su opinión. A veces discuten, como todas las buenas parejas… pero siempre tratan de llegar a una conclusión que les beneficie a ambos y suelen acertar en mi bienestar. Es una pareja con dificultades para entablar conversación porque tienen un estilo muy peculiar, pero una vez son de confianza… la verdad es que se ayudan perfectamente.

Sé que todo lo que he comentado es muy simple, pero como otras muchas cosas en la vida… basta que las tengas delante para que ni siquiera te des cuenta de ellas. Y es que parece que lo que tiene que ser más obvio y elemental, es a lo que menos prestamos atención y más problemas nos acarrean. Al fin y al cabo, la mayoría de cosas “sencillas” son las que realmente funcionan (volvemos a la teoría de los extremos… ni muy sencillo, ni muy complicado. Un intermedio)…

¿O no? Mi razón y mi corazón acaban de decirme que sí de nuevo.