Contador Gratis mibuenrollo: 20 versus 40

27.8.05

20 versus 40

Cuando yo tenía 20 años me planteaba como sería mi vida cuando tuviese 40. Me veía a mi mismo como un hombre hecho y derecho, con una seguridad aplastante, con un mundo súper construido donde todo ocupaba un lugar perfecto que yo movía a mi antojo. Nada se interponía en mi camino, mi mundo sería controlado por mi con pequeñas interferencias que evidentemente no alterarían mi existencia porque sabría como sacudirlas sin ni siquiera mancharme.

Pues bien, parece que los 40´s marca la vida de una persona. He visto mil películas, series de televisión y he leído muchos libros en los que los hombres de 40 años deambulaban por un mundo que aunque yo creía que comprendía, realmente empiezo a comprender ahora. La gran conclusión, algo triste por su exceso de realismo, es que cumplir 40 años se parece mucho a la llegada a la adolescencia.

Las preguntas vuelven, la sensación de que las gneraciones menores no te comprendem, las dudas si habras hecho lo correcto en algun momento dado aparecen siempre cuando menos las necesitas. Sin embargo, mientras que en la pubertad todo esto se debe a una falta de experiencia y compresión sobre el mundo que te toca vivir, en la cuarentena, es por todo lo contrario, uno empieza a estar lo suficientemente maleado como para no fiarse de nada ni de nadie. Esto no es bueno, porque ante todas las experiencias que se te pasan por delante colocas dos millones de filtros, que cuando por fin te decides a quitar descubres que ya ha pasado el momento. Todo queda resumido en que te surge de repente una cualidad, una tendencia inevitable a que quizas no lo hagas bien.

Cuando alguien de menos edad, mejor dicho, cuando yo conozco a alguien que ronda la veintena (no sé si por suerte o por desgracia desde que he llegado de Barcelona, tanto por mis practicas como por el tiempo en la univeridad he conocido a muchos), se produce en mi un ansia de curiosidad acerca de como vive la vida. No puedo evitarlo, pero me surge la pretensión de convertirme en un ser vampírico y contagiarme de su vitalidad pero manteniendo mi experiencia y convertirlo en un elemento catártico que expulse de mi cuerpo todos esos miedos que los años me han colgado encima. Inocente de mí. Olvido que estos niños mutantes, pragmáticos sobre todas las cosas, osados, saben del latín la teoria y en cuanto a las artes del savoire vivre las ganas, así que al final acabo escaldado y con más seguridad y agradeciemiento a la vida del que tenía cuando empecé mi camino... algo bueno tenía estar en los 40s.

Estos veinteañer0s buscan en la figura del de cuarenta años todo lo que ellos se imaginan que serán cuando tengan su edad, seguridad y dinero, casi siempre (con honrosas excepciones, aún queda alguno inteligente). Después de un tiempo en que el actor de cuatro décadas empieza a cansarse de interpretar el pesado papel de lo que debería ser, de aparentar todo aquello que no tiene razón de ser y sobretodo porque la cabra tira al monte, se establece un juego cruel en el que simplemente por fortaleza y tiempo ya se sabe quién será el ganador desde un principio.